jueves, 14 de enero de 2016

Cuando se presenta la intuición

La semana pasada viví una experiencia, que me hizo profundizar sobre la intuición. 

Esa revelación que sucede dentro del ser humano, indicándole como actuar ante algo. Es rápida, suave, a veces, contundente y clara. Se manifiesta señalando el camino a seguir, el paso que dar.

Una vez que se presenta, se siente en el corazón, no en el físico, sino en el centro cardiaco, la escuchas, para luego actuar y poner en práctica el mensaje de la intuición. Es sencillo, pero a veces, no sucede así. El pensamiento condicionado se revela y comienza a enredar si lo permitimos.

Su discurso es algo así: "Y si luego pasa aquello", "Y si luego te perjudicas", "Y si luego es peor", en milésimas de segundo, terminas como un "pollo mareado" de tantos "Y sis..."

Puede ser que el discurso mental boicoteador tome el mando, con él llega la confusión y la inseguridad, la intuición queda relegada a un segundo plano, actuando finalmente desde lo condicionado, desde el miedo.

Con la práctica, vamos siendo capaces de escuchar a estas voces condicionadas, sin dejar arrastrarnos por ellas, manteniendo un diálogo firme, amable y consciente, reafirmando lo que se quiere hacer, lo que se siente que toca hacer.

Si todavía no tenemos la práctica suficiente, es posible que surjan frases como: "¡lo sabía!", "¿por qué no me habré hecho caso?", "¡al final me dejé llevar por lo que no quería hacer!", "¡siempre soy la misma/el mismo!", "¡seré zoqueta/zoquete!", el enfado, la rabia, el dolor, la tristeza, campan a sus anchas, haciéndonos pasar un "mal trago".

Este trato despectivo y dañino, no nos ayuda. Lo que nos favorece es hacernos consciente, de que la experiencia nos indica, que necesitamos más entrenamiento, entrenamiento suave, respetuoso, constante, en esta oportunidad se puede aprender de la experiencia, tratándonos con Respeto, Amabilidad y Dignidad.

De esta manera, todo se vuelve más fácil, más claro, más productivo. Estamos en esta vida para aprender. Las lecciones llegan, y vamos dando los pasos que corresponden en cada momento. Si no sale, no nos apresuremos, todavía la lección no está completada. Paciencia, la vida seguirá mandándonos nuevas situaciones para practicar, seamos amables, siguiendo adelante con voluntad.

Nuestra intuición está ahí, funciona. Paso a paso, en la medida de nuestras posibilidades, vamos siendo fiel a ella, ¿qué no es posible por ahora? Pues vive el proceso necesario, ve despejando la mente, limpiándola, poniéndole límites a las voces censuradoras y críticas... Un proceso arduo, no nos vamos a engañar, pero también, viable, satisfactorio, bello, en el cual la constancia es necesaria, la meditación y la voluntad, envolviéndolo todo de Amor y Comprensión.


La intuición, la voz del Alma, escúchala.


Aprovecho este post, para compartir uno de los libros de Carmen Reyes Cardona, "El Alma habla, ¿te escuchas?", con portada de Felipe Juan Pérez Reyes, pintor artístico. Libro para abrir al azar, que contiene 100 frases reveladoras, que nos inspirarán en el tránsito del camino interior y el disfrute de la vida.





La recaudación de este libro va para la ONG ADA, Asociación para el Desarrollo y Autodescubrimiento del ser humano, cuya finalidad es la mejora de las relaciones humanas.

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