domingo, 1 de enero de 2017

Adelante 2017

Primer día del 2017, atrás queda 2016.

Un año de depuración, de limpieza profunda,de bajar a la mazmorra y llevar la luz, hacerme consciente y liberar... Sensación de densidad, de cansancio profundo, de no avanzar...

Un año al que entré con el pequeño Eder en la barriguita, ¡qué experiencia tan grandiosa el embarazo! Todo un regalo de 9 meses, que me soltó la lengua, que me sirvió para enraizarme más a tierra, que me hizo descubrir zonas muy dolorosas que seguían ancladas dentro de mi, que me dio la oportunidad de relacionarme con nuevas personas, que me brindó la fortaleza para decidir y elegir por mi misma, aunque tuviera miedo a equivocarme, miedo que se fue superando, en la medida que iba caminando...

Año en el que pude dar a luz; de forma natural, consciente, acompañada y dejándome ayudar; a un bebé precioso, que en esta vida me ha elegido como madre, con mis imperfecciones y mis potencialidades...

Experiencia potente la de parir, palabra que no me gusta, pero que me permito hoy utilizar, pues también el 2016, me hizo practicar el aceptar y convivir con aquello que no me gusta y no está en mi mano cambiar...

El parto me dio la oportunidad de ser con mis sombras y luces, saliendo a flote la Nuria insegura, pero sobre todo, la Nuria decidida, que tira para delante, aunque no sepa a donde le lleva el Camino. Confiar se hizo difícil, pero cuando una misma se arrincona, ya no queda más que soltar, entregarte a la Vida y que suceda lo que a de suceder. Y es justo en ese punto, cuando nace lo nuevo, cuando vi la carita de nuestro maravilloso y pequeño y gran Eder, y unos pocos minutos después ya estábamos piel con piel.