martes, 20 de marzo de 2018

Las relaciones humanas, asignatura del futuro y del presente

Esta mañana me llegaba una reflexión al despertarme, el mensaje sonaba así: "Las relaciones humanas, asignatura del futuro y del presente".

Existen sucesos de violencia que vemos, leemos o escuchamos en los medios de comunicación, en las redes sociales, en nuestros barrios, en los coles de nuestros hijos e hijas, en el campo de fútbol de los hijos o hijas de amigos, en el estadio de "nuestro" equipo, en la casa del vecino, en nuestras propias familias, en nuestro interior...

Problemas sociales de los que todas y todos formamos parte, ya los vivamos en primera, segunda o tercera persona, estén más cerca a nosotros o más lejos, estén más visibles o menos, en su grado más intenso o más leve.

Sucesos como pueden ser la homofobia, el acoso, el terrorismo, el builing, los conflictos bélicos, la violencia en sus diversas formas, el rechazo hacia ciertos sectores de la población, hechos que parten de carencias personales, de los que todos y todas, tenemos parte de la solución.

Cuando doy un taller en un cole o en otro espacio, estamos sembrando semillitas, que cada uno tendrá que abonar y regar, ya sea de Respeto, Tolerancia, Aceptación, Límites, Amabilidad, Honestidad, Bondad, Confianza, Paz, Amor, aspectos que necesitamos cultivar hacia nuestra persona.

Se está concienciando en la importancia de crear unas relaciones humanas sanas y armoniosas, no perfectas, pues van a ocurrir conflictos, pero vamos a ser capaces de solucionarlos desde el buen trato.

Sentir rabia, odio, celos, no es nada malo, ni bueno, cualquier emoción o sentimiento existe para ser sentido. La clave está en saber cómo manejar esa energía, para no dañarme, ni dañar a los demás, descubriendo qué creencias me llevan a sentir esos sentimientos; ahí está el aprendizaje, el reto de esta sociedad del siglo XXI.


Niños, niñas, personas jóvenes, adultas, mayores, todas quieren lo mismo, me lo muestran sus rostros, los ojos con los que me miran cuando comparten sus vivencias, cuando me abren su corazón, ¿qué es? dejar de sufrir... Ser quienes realmente son, disfrutar, sentir, pensar con coherencia, Vivir de verdad, desde el cariño, el buen rollo, el humor, pasándolo bien sanamente.

Por todo ello, en algún momento, habrá una asignatura que se llamará relaciones humanas, que nos acompañará a lo largo de toda la vida, para aprender a convivir, a aceptarnos, a amar nuestras diferencias.

Mientras tanto, ella está ahí, no de forma reglada, pero sí, de manera no formal e informal, me quedo con la satisfacción de saber hacia donde camino, de poder dedicarme a la profesión que un día elegí, que llena de sentido y propósito mi vida, que me da la oportunidad de conectar y amar al ser humano tal cual.