1.- No se
tome tan en serio
Muchas veces, nos tomamos tan en serio la vida y a nosotros
mismos, que nos olvidamos de la frescura y la espontaneidad, nos vamos, casi,
sin darnos cuenta, convirtiéndonos en personas rígidas, autoritarias y frías.
Se trata de ser más risueños con nosotros mismos, vernos con
mirada inocente, ser más permisivos y amorosos y echarle humor a la vida.
2.- Ser
equilibrado
Encontrar el equilibrio en la vida, es tarea que nos lleva
toda la vida.
Sabemos que existe la ley de polaridad, que nos vamos de un
extremo a otro extremo, forma parte del proceso de aprendizaje, hasta que poco
a poco, el péndulo va encontrando su justo equilibrio.
Recuerda practicar cada día, para encontrar tu equilibrio
interior.
3.-
Discernimiento para cerciorarse de las cosas esenciales y luego separarlas de
las no esenciales
En numerosas ocasiones, nos complicamos, ocupándonos de
asuntos que no son esenciales en el momento presente.
Damos prioridad a situaciones que realmente no requieren de
nuestra atención, ocupándonos de tareas superfluas que nos roban la energía.
Energía que requerimos para poder realizar nuestros propios cambios. Es
beneficioso pararnos y preguntarnos qué es lo esencial en ese momento, donde
siento que la Vida
me requiere realmente en ese instante, teniendo presente, que cada uno es
Responsable de su propia vida y que no estoy aquí para satisfacer las
expectativas de nadie, ni nadie está aquí para satisfacer las mías, si nos
encontramos y surge el Compartir, ¡qué Alegría!
4.-Amarse
a uno mismo
Todos sabemos que lo principal es amarse a uno mismo, ahora
se trata de llevarlo a la práctica.
Me preguntan, ¡¿pero, cómo me amo a mi mismo?!, ¡¿eso cómo se
hace?!
Me amo a mi misma cuando me Escucho y me brindo lo que
necesito.
Me amo a mi misma cuando me Respeto y digo Si o No cuando así
lo siento.
Me amo a mi misma cuando cuido la alimentación y como a las
horas adecuadas, dándole al cuerpo lo que necesita para sentirse en forma.
Me amo a mi misma cuando me dedico un ratito del día para
estar en silencio conmigo misma.
Me amo a mi misma cuando me permito el descanso necesario
para vivir una vida saludable.
Me amo a mi misma cuando comparto y me relaciono con los
demás, cuando así lo siento.
¿Te amas a ti mismo/a?
5.-
Descanse
A veces, nos metemos en un ritmo de vida que no es el
natural, pasamos por alto escuchar nuestro cuerpo y parece que nos cuesta
parar. Es fundamental, permitirnos el descanso, momentos para recargar pilar y
vivir de forma más sosegada, soltando por un momento todo y dedicarlo
exclusivamente, a eso, al descanso.
6.- Amar
más y servir
El amar a los demás sin expectativas y sin esperar nada a
cambio, es uno de los mayores aprendizajes en la vida. A veces, tendemos a una
palabra que no, nos suele gustar, la manipulación, hacer algo por otro,
esperando recibir algo a cambio…
Soltemos las expectativas, ocupémonos de nuestras necesidades
y amemos a los demás desde ese Corazón que es puro centro de Amor, sirviendo al
otro, apoyando al otro…
7.-
Distráigase y viva una vida normal y útil
La vida es simple y estamos aquí para vivirla sin
complicaciones. La mente pensante, condicionada, es rebuscada… Vivamos en la
sencillez de la vida, disfrutando de lo pequeño, de lo cotidiano, de lo que
este planeta nos ofrece, con los pies en la tierra, con suavidad hacia uno
mismo y hacia los demás.
8.-
Dedíquese a conocer a las personas por sí mismas
Convivimos día a día con nuestros seres más queridos y no nos
paramos a mirarnos a los ojos, a preguntarle cómo se siente realmente, a
escuchar al otro, aperturados, a lo que nos quiera contar, sin necesidad de
bombardearle a preguntas, preguntas surgidas desde esa parte controladora,
detectivesca, buscando saciar la curiosidad…
Esperamos que los demás se comporten a nuestro antojo, que
sean como consideramos que han de ser. Abramos el Corazón y permitámonos sentir
y conectar con ese otro ser humano, dándonos la oportunidad de conocerle
realmente.
9.- Mente
clara y enfocada
La respiración consciente y las prácticas de Mindfulness,
entre otros ejercicios, nos llevan a vivir con una mente despejada, tomando
conciencia de los personajes que hablan en la “cabeza”, aprendiendo a ponerles
límites, hablándoles desde la
Presencia con Amor y Firmeza.
Se trata de una atención serena, suave y amorosa hacia uno
mismo, permitiéndonos sentir, teniendo paciencia con uno mismo y, practicar,
practicar, practicar…
10.- Cultivada
y sencilla comprensión de sí mismo, de la vida y de los demás
Es fundamental, la Comprensión profunda, comprender lo que se vive,
comprender de donde vienen sentimientos o emociones, comprender de donde viene
la forma de vida de ahora, comprender de donde vienen esos personajes que hemos
creado para sobrevivir, comprender las leyes de la naturaleza y una vez que soy
capaz de comprenderme a mí misma, puedo comprender a los demás.
La comprensión llega cuando nos permitimos sentir, cuando
aceptamos y fluimos con lo que la
Vida nos ofrece, sintiéndonos agradecidos, porque sin duda,
esa es la mejor opción en ese momento para mi vida. ¿Para qué se presenta esa
situación? ¿Qué puedo aprender de esta situación? Manos a la obra…
11.-
Simplificar la vida
¿Sientes que en este momento de tu vida, puedes simplificar
tu vida?
¿Por dónde empezarías?
Pues no lo diga, hágalo, ¡a por ello!
12.-
Humildad
Cultivar la
Humildad día a día, gran y bella tarea.
Desinflando a nuestro ego espiritual, mostrándonos tal y como
somos, aceptando nuestros talentos y aceptando nuestra imperfección,
desinflémonos, pisemos tierra…
13.-
Expresarse con franqueza, sinceridad y claridad
¿Cuántas veces para comunicar algo damos un sinfín de rodeos?
Seamos francos, hablemos claro, sin vericuetos, sin
manipulaciones. Afrontando los miedos, abriendo el Corazón, a expresar aquello
que realmente queremos decir.
14.-
Agradecer
Agradece cada día. Al despertar, puedes dar las gracias por
ese nuevo día que comienza y al acostarte puedes dar las gracias por todo lo
vivido, un corazón agradecido vive en la Aceptación y el Contento diario.
¡Gracias!
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