En periodos de cambio, suelen aparecer momentos de confusión e impasse. Los viejos esquemas que servían de apoyo, ya no sirven y lo que antes era fácil de resolver y sencillo, se hace cuesta arriba, parece como si uno no pudiera valerse por sí mismo.
En esos instantes, surgen todo tipo de miedos, miedo a lo desconocido, miedo a lo nuevo. La mente se aferra al pasado y no lo quiere "soltar"; cuando ese pasado, ya no existe, ya no está Aquí, Ahora.
Esta fase que se vive, nos está indicando que es momento de crecer, de madurar, de evolución, de expansión, cuanto menos nos resistamos al cambio, menor será el grado de sufrimiento. Has de saber que no te pasa nada malo, es un proceso natural, por el que es necesario pasar y si ha llegado a tu vida, es porque puedes con ello, nadie dijo que sería fácil, como se suele decir, "después de la tormenta llega la calma" y esta etapa también pasará, no va a durar eternamente, todo pasa.
La práctica de la atención al momento presente, nos ayuda a vivir con mayor sosiego, es necesario soltar cualquier afán, lucha o exigencia por salir rápido de este periodo de cambio, cuanto más te aflojes, aceptando lo que hay ahora, aunque no te guste, más sencillo será el proceso.
La paciencia es fundamental, comprendiendo que este impasse durará lo que tenga que durar.
Se suave contigo mismo, es una oportunidad para dejar de hacerte daño en sus múltiples formas (pensamientos críticos, saboteadores, dañinos, etc.)
Es hora de ser amable contigo, de amarte un poquito más, de practicar la ternura, el cariño y de ser, lo más importante en tu vida.
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